Introspección y Autoconocimiento (I)

Sara es una alumna notable del segundo curso de Grado Medio de Servicios de Restauración. Alumna seria, tan introvertida como responsable, acaba de cumplir los 18 años y se prepara a conciencia para los últimos exámenes, con el objetivo de aprobar las asignaturas que le habilitarán para realizar en período ordinario la formación en centros de trabajo, las prácticas en una empresa del sector hostelero.

Hoy, mientras trabajo con el portátil en la cafetería del Instituto, se acerca a mí y me dice: «Gabi, puedo comentarte una cosa». «Claro, dime», le contesto.

– No tengo claro si seguir estudiando el año que viene el Grado Superior de Dirección en Servicios de Restauración o cambiarme al Grado de Cocina. ¿Qué te parece?

– ¿Y eso?, le pregunto un tanto sorprendido.

– Porque soy una persona tímida e introvertida y yo no sirvo para mandar, y el Grado de Dirección es para dirigir equipos y mandar. En una cocina no se notará tanto que soy tímida.

Y TÚ, ¿CÓMO ACTUARÍAS EN ESTE CASO? ¿QUÉ LE DIRÍAS?

EN OTRO POST DE CUENTO LOS SIGUIENTES 15 MINUTOS DE CONVERSACIÓN 😉

Entre el bien y el mal

Comienzo este bloque tras encontrarme en los medios este resumen de la Sexta TV sobre el programa de Antena 3 «El Hormiguero«, donde uno de los colaboradores del programa, Juan del Val, habla sobre si está bien o mal que un padre/madre dé unas clases prácticas de conducción a su hijo antes de que este obtenga el carnet de conducir.

No he visto más en las redes, pero imagino el acabose que se habrá formado por tantos y tantos críticos especializados en el tema (léase con ironía).

Previo a poder debatir sobre ello, con argumentos, a través de la ética, la moral, la norma y la pedagogía, queremos preguntarte: Y tú, ¿qué opinas sobre ello? ¿Lo has hecho alguna vez con tus hijos/as? ¿Está bien? ¿Está mal?

(Imagen gratis de pixabay.com)